Educación fiscal un gran proyecto para el país

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Promueve educación fiscal entre los jóvenes
José Ernesto Guzmán(Auditor de la Dirección General de Impuestos Internos de El Salvador)
 
 
A decir verdad, el esfuerzo de la Educación Fiscal es muy atractivo, porque su objetivo es crear bienestar para la población; un objetivo que como servidor público comparto.
 
Consecuentemente, desde entonces enseño y aprendo sobre los tres ejes de la Educación Fiscal: Valores, Ciudadanía y Cultura Fiscal.
 
Valores. Lo primero que experimento al impartir un diplomado a maestros del sistema educativo así como estudiantes, es una resistencia al cambio, en la forma de ideas como “las cosas ya son como son”, “no hay que andar inventado”, “las cosas no se pueden cambiar”,
 
Ciudadanía. Al abordar este tema surgen ideas como que ser ciudadano se circunscribe sólo a votar en las elecciones de presidentes y diputados. Sin embargo, esta parte se enriquece con discusiones, debates y reflexiones donde nos vemos envueltos en preguntas sobre ¿Cómo haces ciudadanía en tu colonia? ¿De qué forma te integras en los diferentes ámbitos donde te desenvuelves? Sorprendentemente, la mayoría de asistentes manifiestan que en realidad se suele ser renuente a participar por ejemplo: en directivas comunales, servicios sociales, voluntariados o acciones que requieren iniciativa. Como resultado, uno se adueña de la idea que si queremos tener un mejor país debemos participar activamente en los diferente roles que desempeñamos en la sociedad.
 
Cultura Fiscal. Esta parte es la más técnica, debido a que se explican los tributos y la diferencia entre ellos; asimismo, se explica el IVA, el Impuesto sobre la Renta, las obligaciones formales, así como el funcionamiento del gasto y los bienes públicos. No obstante, siempre es de mucho provecho someter a discusión la ruptura del pacto fiscal, en otras palabras, se enseña que hay un pacto en el cual se basa nuestro sistema, en dicho pacto los entes económicos de la sociedad se comprometen a aportar recursos económicos al Estado y este a su vez a prestar servicios como contraprestación.

A modo de conclusión, puedo decir que confío plenamente en los beneficios actuales y futuros de la Educación Fiscal, es importante apoyar el proyecto. De hecho, estoy seguro que todos queremos un país que nos ofrezca mejores condiciones de vida  y la educación fiscal mediante los valores, ciudadanía y cultura fiscal apunta a las condiciones en que cada salvadoreño viva con dignidad.

 
 
 
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